El último grito en…¡prehistoria!

El contraste es curioso: ir a empaparse de todo lo relacionado con las excavaciones de Atapuerca y encontrarse con un museo donde lo que abunda es la tecnología al servicio del aprendizaje y donde en lugar de aburrirnos, nos emocionamos.

Nos reciben una enorme escultura de un fragmento del cráneo del encantador Miguelón (que desde su cuenta de twitter @MiguelonMEH nos tiene al tanto de todas las novedades), unas fantásticas vistas y una fachada imponente que no nos dice mucho acerca de lo que dentro nos vamos a encontrar.

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Un espacio para aprender.

Como en todo museo, ¿no? Pero no veas cómo aquí apetece. El material está expuesto de manera clara y amigable, las explicaciones completas y accesibles para cualquier edad y todo en su medida justa: en ningún momento cansa o resulta desbordante.  Expositores con lupas, paneles, pantallas, proyecciones, maquetas … toda la información de manera atractiva y variada, que invita a aprender,  mirar cada detalle, observar cada elemento, leer cada lámina o ver cada video una o más veces.

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Un espacio para interactuar.

La tecnología tiene un papel fundamental en este inesperado museo: actividades interactivas, pantallas táctiles, realidad aumentada, juegos para que seas arquéologo por un rato…

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Un espacio para sorprenderse y emocionarse.

¿Emociones y museo? Te ríes, das respingos y más de una vez, se te pone la piel de gallina. La ambientación, las reproducciones a escala real, el conjunto de imágenes, sonidos y hasta la temperatura de los distintos ambientes, nos transportan por momentos a otra época…¡aunque no puedo contar mucho ni subir fotos si no quiero estropearte la sorpresa!

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Acuérdate de esto cuando te sientes a disfrutar de la zona dedicada al arte rupestre, cuando sepas cómo realizó sus trabajos el bueno de Darwin o entres a contemplar las piezas originales halladas en Atapuerca: el cráneo de Miguelón, la cadera ´Elvis´ o la fabulosa y desconcertante Excalibur, un bifaz que estaba donde no debía, y parece ser la referencia del comportamiento simbólico más antiguo que se ha encontrado. O eso es lo que nos cuentan en la página del museo,  que puedes visitar por si aún no te has convencido de que merece la pena pasar el día para recorrerlo sin perder detalle, y enterarte de las exposiciones temporales y actividades que allí organizan.