Un trabajo de lo mío

Hace unos días se repitió entre mis amigos la alegría de un puesto de trabajo después de mucho buscar.

´Ya, pero no es de lo mío´

¿Te ocurre algo similar? ¿A qué te refieres cuando hablas de lo mío? ¿Es realmente tu pasión, tu elemento, tal como nos lo cuenta Ken Robinson?  ¿O se reduce a lo que dice el título que te han dado al terminar tu formación?

Lo cierto es que si tienes una situación que no es la que más te satisface no debes dejar que los sentimientos de frustración o de resignación te invadan. ¿Mi receta?

  •  Descúbrete y desarróllate

En un ambiente que no es el habitual ni el idóneo podrás descubrir nuevas habilidades que estabas desaprovechando. Tal vez te toque reforzar debilidades que hasta ahora no conocías. Las tendencias muestran que crece la valoración de las habilidades personales y sociales en detrimento de lo exclusivamente relacionado con contenidos. Puede ser una oportunidad de trabajar en ellas, empezando por la adaptabilidad.

  •  Aprende

Toda experiencia es fuente de aprendizaje. Debemos descartar la idea pasada de moda e ineficiente para nuestros tiempos de que solo lo específico a nuestra área de trabajo o formación contribuye a nuestro futuro profesional. Todo lo nuevo te enriquece si lo vives de manera positiva y constructiva. Así un informático, por ejemplo, tendrá una valiosa oportunidad de crecimiento en un puesto de atención al cliente. O puede que en un nuevo puesto estés obligado a aprender a utilizar herramientas que creías jamás serías capaz de dominar. No solo aprenderás, tu autoestima saldrá también reforzada.

  • Mantente en el mercado

Lo anterior no quita que tú tienes una carrera o una formación de base que no interesa que se  desaproveche. Hoy por hoy la oferta de formación es de lo más variopinta y flexible, y no necesariamente requiere inversiones. Universidades en abierto, cursos gratis, formación subvencionada, jornadas, conferencias, etc. te premiten mantener la conexión con lo tuyo.

  •  Sigue buscando

Esto es algo que me enseñaron siendo aún estudiante. Hay que mantenerse alerta estando incluso en el puesto de tus sueños, siempre con el objetivo de avanzar profesionalmente y pendiente de los cambios y tendencias más allá de nuestra propia empresa. Permítete intervalos de calma, pero nunca te acomodes demasiado y si no te plantean nuevos retos, desafíate a avanzar. Sal de tu zona de confort de cuando en cuando. Algo que es aún más relevante si tu situación no es la que deseas. No desesperes, pero no te conformes.

Creo sinceramente que lo mío de cada uno es mucho más que una titulación. La vida (biológica y laboralmente hablando) es cada día más larga. Sin embargo, nos exigen que elijamos carrera o profesión a edades muy tempranas, sin haber tenido la posibilidad de descubrir realidades más allá de las familiares y casi sin conocernos a nosotros mismos.

Tal vez sería más productivo y emocionante que lo tuyo pase a ser simplemente un punto de partida para comenzar a explorar una vasta y rica realidad, llena de apasionantes oportunidades y a la que tienes mucho que aportar.